La incubadora neonatal es el dispositivo donde se mantiene a un neonato¹⁾ prematuro,²⁾ enfermo o de alto riesgo en un ambiente estéril y controlado para su observación y cuidado. En una incubadora se monitoriza constantemente los signos vitales mediante sensores y electrodos que están en contacto con el neonato, y se visualizan los signos en un monitor ubicado cerca o integrado en el dispositivo. Fig. 1: Incubadora En la incubadora se puede mantener a un neonato con una temperatura y humedad ajustable a sus necesidades y proveer de ventilación para facilitar la respiración en una atmosfera con una combinación gaseosa conocida de oxígeno y helio. Se utiliza un densímetro para determinar la composición de la mezcla gaseosa dentro de la incubadora y para asegurarse de que se mantenga constante mientras el dispositivo está en uso. Además de controlar la temperatura, la humedad y la ventilación, la incubadora protege al neonato de alergenos, gérmenes, luces y ruidos molestos. Las incubadoras se utilizan en conjunto con otros dispositivos médicos y procedimientos para asegurar que los neonatos con necesidades especiales tengan el mejor ambiente posible para seguir desarrollándose tal como si fuera un segundo vientre.

Las incubadoras se pueden utilizar en conjunto con los siguientes procedimientos:

• Alimentación por vía intravenosa.
• Transfusión sanguínea o administración de medicamentos por vía intravenosa.
• Luces de fototerapia como tratamiento para la Ictericia.³⁾

Todas las incubadoras neonatales funcionan bajo el mismo principio. Utilizan un sistema de circulación de aire que comienza con un ventilador que hace circular aire ambiente previamente filtrado. Este aire circula sobre un elemento calefactor y pasa por un recipiente de agua, donde se humidifica. Además, a través de una válvula de control, es posible suministrar oxígeno adicional al aire.

Una vez que el aire ha sido humidificado, calentado y enriquecido, se dirige hacia el compartimento superior de la incubadora, donde se encuentra el bebé. Este aire acondicionado es esencial para mantener una temperatura y humedad adecuadas para el neonato, especialmente aquellos que son prematuros y tienen dificultades para regular su propia temperatura corporal.

Una parte del aire circula hacia el compartimento del bebé y contribuye a mantener un ambiente óptimo para su desarrollo y bienestar. Simultáneamente, otra parte del aire escapa del compartimento del bebé a través de orificios de ventilación, y una parte de este aire regresa al proceso de acondicionamiento para ser nuevamente humidificado, calentado y enriquecido antes de recircular. Este ciclo continuo de acondicionamiento del aire es esencial para proporcionar un entorno seguro y cómodo para el bebé dentro de la incubadora.

La incubadora está fabricada con Plexiglás transparente (Perspex). Tiene una cubierta con bisagras que se puede abrir para colocar al bebé o sacarlo. A través de ventanillas en la parte frontal, la enfermera tiene acceso fácil al bebé sin dejar escapar el aire caliente al abrir la cubierta.

Después de que la enfermera ajusta la temperatura deseada, la incubadora la mantiene estable automáticamente. La humedad y la concentración de oxígeno suelen controlarse manualmente. Además, la incubadora cuenta con una función de apagado de seguridad cuando la temperatura supera los 40°C. También emite una alarma si el ventilador no funciona en caso de un corte de energía [2].

El ventilador toma el aire ambiente previamente filtrado y lo hace circular sobre o a través del elemento calefactor y el humidificador. Sin el ventilador, el calor no podría ser disipado del elemento calefactor, lo que llevaría a un sobrecalentamiento del elemento calefactor y, en consecuencia, el sobrecalentamiento de la incubadora [2].

Las incubadoras simples están equipadas con filtros de espuma lavables. Después de lavarlos y secarlos, se pueden reutilizar. Sin embargo, las incubadoras modernas suelen utilizar filtros antibacterianos desechables. No se pueden limpiar y deben ser reemplazados [2].

Un elemento calefactor fabricado con alambre de resistencia enrollado, similar al utilizado en secadores de cabello, o del tipo de tubo (plano o enrollado), como se encuentra en autoclaves, se utiliza para calentar el aire en la incubadora. Sin embargo, a diferencia de los autoclaves, el calentador tiene mucha menos potencia y, por lo tanto, no se calienta tanto. La potencia nominal está entre 100 W y 300 W. El calentador es controlado por una unidad de control de temperatura electrónica a través de un relé o un triac, o simplemente por un termostato [2].

Fig. 2: Termostato Las incubadoras simples se controlan mediante un termostato que consta de un sensor y una cámara de presión. El sensor es un tubo capilar delgado que conduce hacia la cámara de presión (o cámara de expansión). Esta cámara tiene una tapa o diafragma de metal móvil. Este sistema cerrado contiene un líquido o gas que se expande al calentarse. La tapa se mueve y activa un interruptor eléctrico.

Es importante destacar que el tubo capilar delgado a menudo está enrollado, y es fundamental no cortarlo ni doblarlo, ya que no se trata de un cable y puede dejar de funcionar si se forma alguna obstrucción.

Por otro lado, los sistemas controlados electrónicamente utilizan un sensor de cable. La salida de este sensor controla un relé (encendido-apagado) o un regulador (control infinitamente variable) para ajustar la temperatura de manera más precisa y controlada. Un beneficio adicional de los sistemas electrónicamente controlados es la posibilidad de usar un sensor de temperatura adicional que se coloca sobre la piel del bebé para medir su temperatura corporal.

Es importante mencionar que el indicador de temperatura o termómetro debe estar separado de la unidad de control de temperatura.

Algunas incubadoras permiten regular la humedad mediante el cierre y la apertura de una placa deflectora sobre el contenedor de agua. Al ajustar la posición de esta placa, se controla la cantidad de humedad que se libera al flujo de aire caliente que pasa sobre el agua.

Otras incubadoras cuentan con un calentador de agua que genera más humedad a medida que el agua se calienta. A mayor temperatura del agua, mayor será la humedad que se genera. Este enfoque también permite ajustar la humedad según las necesidades del bebé.

La humedad deseada generalmente se encuentra en el rango de ajuste de 40% a 90%. Para medir la humedad, se utiliza un higrómetro, que puede ser un dispositivo digital o un instrumento de medición tradicional.

Es importante destacar que el humidificador debe llenarse únicamente con agua destilada para evitar daños corrosivos en la incubadora. El uso de agua destilada garantiza que no se introduzcan minerales u otras impurezas que puedan afectar la integridad de los componentes de la incubadora [2].

La mayoría de las incubadoras para bebés cuentan con una conexión de manguera para suministrar oxígeno adicional desde un cilindro externo de oxígeno, un concentrador de oxígeno o desde el suministro central de gas. En este caso, el aire calentado y humidificado se enriquece con oxígeno antes de llegar al bebé.

Como alternativa, el bebé puede recibir oxígeno adicional directamente a través de una cánula nasal, que es un dispositivo que se coloca en las fosas nasales del bebé y proporciona una corriente de oxígeno adicional para facilitar la respiración. Este enfoque permite una administración más precisa del oxígeno según las necesidades del bebé [2].

Por razones de seguridad, todas las incubadoras para bebés controladas electrónicamente supervisan todas las funciones y generan una alarma cuando algo no funciona correctamente. En caso de un fallo, se emiten las siguientes alarmas:

• Sobrecalentamiento: cuando el aire en la incubadora alcanza una temperatura demasiado elevada.

• Fallo del ventilador: cuando el ventilador deja de funcionar.

• Corte de energía: cuando se produce una interrupción en el suministro de energía. Para que esto funcione, se requiere una batería adicional de alarma.

Además, todas las incubadoras, incluso las más antiguas que no son controladas electrónicamente, cuentan con una protección contra el sobrecalentamiento. El calentador se apaga por completo cuando la temperatura en la incubadora alcanza los 40°C para evitar situaciones peligrosas [2].

Existen 3 tipos comunes de incubadoras: cerradas, abiertas y de transporte. Cada incubadora tiene un diseño distinto con ventajas y limitaciones distintas.

Fig. 3: Mamá tocando a su hijo prematuro.

En las incubadoras cerradas el neonato esta completamente aislado. Tienen un par de compuertas a cada lado de la campana que permiten manipular al neonato sin abrir la cúpula de la incubadora. También cuentan con puertos que permiten atravesar vías intravenosas, sensores, sondas o catéteres que necesiten ser conectados al paciente. La temperatura y la humedad se pueden ajustar fuera de la incubadora de manera manual o automáticamente, dependiendo de los sensores usados. Las incubadoras que pueden ser ajustadas automáticamente se les denomina incubadoras servo controladas. Las incubadoras cerradas son ideales para neonatos más delicados que requieran control de humedad y protección contra gérmenes, luz y ruidos molestos. Algunas incubadoras cerradas poseen paredes dobles para prevenir la perdida de humedad y calor [3].

Fig. 4: Babytherm® 8004/8010 de Dräger

En las incubadoras abiertas, el neonato se coloca en una superficie plana con paredes pero sin cúpula. A cambio, las incubadoras abiertas cuentan con una unidad calefactora de cerámica que se encuentra por encima y apuntando paciente. Se pueden encontrar modelos que tienen esta pieza unida o separada de la incubadora abierta, también puede ser de altura fija o regulable. Como ventaja de esta incubadora, es más fácil acceder al paciente y se puede usar principalmente en bebés que necesiten pasar por una examinación física sin exponerle al frio. La desventaja de la incubadora abierta recae en su poca capacidad de controlar la humedad y el aire al que el paciente esta expuesto, por lo tanto no es recomendable para neonatos que requieran un ambiente más controlado y libre de gérmenes [3].

Fig. 5: Incubadora de transporte.

Esta incubadora se utiliza para transportar bebés entre dos lugares diferentes, especialmente cuando un bebé necesita ser trasladado a un hospital distinto que brinda servicios adicionales o tratamientos no disponibles en su ubicación actual. Una incubadora de transporte está equipada con un mini ventilador, una bomba de infusión intravenosa, un oxímetro de pulso, un monitor cardiorrespiratorio y un suministro de oxígeno. Debido a su tamaño reducido, las incubadoras de transporte suelen caber en espacios donde una incubadora convencional no cabe (ambulancias y helicópteros) [3].